lunes, 18 de julio de 2016

La cruda realidad


El ‘estado del terror’ islámico se ha bajado a doce niños. Como lo oyen. Esa es la realidad. Doce niños, como tu hijo, o como tu hermano, o como tus sobrinos o primos pequeños, o como tu vecino el que te jode la siesta. ¿Ves sus caras? Pues así de duro y cruel.

Los secuaces del autodenominado Estado Islámico se dieron cuenta que se les escapaban unos enanos del campo de entrenamiento y meditaron qué hacer al respecto. “¡Oye que se nos piran!” diría uno. “Pues nada a reventarles el cráneo y listo, no vaya a ser que se nos escapen y que el ‘gran jefe imán’ nos corte los huevecillos.” Y se mirarían satisfechos por su contundente decisión y su increíble razonamiento y al lío. Probablemente lo que más les preocupaba era el tamaño del blanco. Y nada, mientras tanto en occidente nos preocupamos mucho por que a nuestro querido niño no le falte de nada. Un Ipad, la Wii o el móvil, a la sillita hasta que ya no quepa en ella y a chuparla.

Duro y cruel. Encima nosotros tenemos que ser comprensivos y aperturistas no vaya a ser que nos tachen de radicales, de racistas o de vete a saber qué cojones. De machista por ejemplo. Que mucha libertad de la mujer pero oye, que a las cuatro o cinco ‘siervas’ de nuestro amable vecino musulmán no les hayamos visto ni el blanco de los ojos, es de lo más normal del mundo vaya. Hay que respetar. Exactamente igual que lo hacen ellos, que sus orígenes, que no los toque ni Dios, en cambio los nuestros… al puñetero contenedor amarillo. Por que eso de que las raíces de Europa son los valores cristianos no lo quiere oír ni el tato. Pero que la cultura islámica tienda a esclavizar, denigrar a la mujer y a ser radicalmente violentos, hay que respetarlo por que eso es ser tolerante. “Eso son sólo los radicales.” Todo lo que tú quieras pero todavía no existe el término ‘terrorismo cristiano’. Párate a pensarlo un rato. Tú el velo en la cabeza si quieres y trata a la mujer como a una mierda, pero en cambio el comportamiento de una mujer cristiana solo puede tacharse de machista y antigua. Lo de cuidar de leprosos antes de morir es verdaderamente intolerante. Siendo tan moderados, al final, parece que vamos a tolerar hasta que nos separen la cabeza de los hombros con ese precioso machete que es que es “parte de su cultura”.

Con ésto no quiero decir que el islam, o que los habitantes de ciertos lugares sean literalmente terroristas. Gracias a Dios hay de todo en todas partes, solo faltaba que lo fuesen. Pero a veces, al estar tan lejos del centro del meollo, se nos pasa que todo eso que sale en el telediario y en el periódico es real. Que no es Hollywood. Que es un tío de veinticinco años, como tú y como yo que ha decidido fusilar a unos niños que se le habían puesto un poco rebeldes. Y no todos son terroristas. Claro que no. Los hay que matan a su hermana por haberse acostado con el vecino y haber deshonrado a la familia, los hay que llenan un bote con ácido y antes de ir a por los niños al cole se lo echan a la bonita cara de la vecina de enfrente a la que había visto con una falda por encima de las rodillas el día anterior, los hay que son más honrados y ‘salvan’ a una mujer de ser apedreada y se casan con ella (después de haberla violado previamente), los hay que cuelgan a los homosexuales de una grúa, los hay que deciden que hay que cortar el clítoris a las niñas por ser un ‘órgano impuro’… Sí, sí, no pongan esa cara, es así.

Gracias a Dios no todos son así, esperemos que la gran mayoría. Pero a mí no me va mucho eso de recular y las cosas son como son, aunque a algunos no les venga bien. Muchas veces hay que ser, repito, duro y cruel. Y ser tolerante, desde luego, pero lo justo. Lo justo para que no sea a mi chica a la que le llamen puta por que se le vean los tobillos. Los ejemplos que he mencionado, no son ficción, son reales y ocurren. Y ocurren muchos de ellos en nuestro país. ¿Y quieren más? Lo de los homosexuales colgados de una grúa lo hace un Gobierno, no cuatro chalados. En Irán se ejecutan maricones, sí. ¿Qué les parece Egipto? Está algo más civilizado ¿no? ¿No han visto lo de la reportera francesa? La violan en medio de una manifestación pacífica mientras hace su trabajo. Tal cual, estará por ahí, en ‘yutube’.

Soy el primero que soy solidario y que cree que debemos ayudarnos, y que no tengo ningún problema ni con las razas, ni con las religiones, ni con las fronteras o la diversidad de culturas. De hecho me parece todo ello precioso. De lo que no soy partidario precisamente es de la intolerancia, del odio, de la violencia y del racismo por SU parte. Lo que no soy es tonto. Los intolerantes no somos nosotros, lo son ellos. ¿La frase esa que decía aquello que “de bueno eres tonto”? Pues eso. Parece que quitar un crucifijo de un aula y poner una media luna, ahora resulta, que es ser tolerante.

Escrito por José Antonio María Caesar. Extraído de Sinpelosenlalengua: http://sinpelosenlalenguaweb.com/la-cruda-realidad/

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