sábado, 28 de mayo de 2016

El gran problema interno de España: la violencia política selectiva



Introducción:

Durante las cuatro últimas décadas hemos vivido un proceso de radicalización de una parte de la población de la que nadie habla.

Es un fenómeno que apenas existe en el resto de Naciones europeas pero que con nosotros se ha cebado.

¿Se usa y abusa de la violencia política en España? La respuesta es un rotundo sí.

Hay partes de España donde sales a la calle con un símbolo español y lo más probable es que resultes linchado.

De esto tratará este artículo porque aquí estamos en el núcleo de muchos de nuestros males y es un tema del debemos hablar y tomar conciencia.



En España existen milicias de extremistas violentos, los llamados “antifas” [1] (militantes de la ultraizquierda), que ya están ocupando importante parcelas de poder y que se caracterizan por agredir a importantísimos colectivos de españoles, como los católicos y los patriotas que aman a su Nación, y esa violencia sistemática es hurtada a la opinión pública.

Los hemos visto en acción, perfectamente organizados, encapuchados, con su armamento de guerrilla urbana, acorralando a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, con enorme impunidad y con la simpatía de muchos medios de comunicación.

En las calles españolas hay un importante segmento de la población que está condenado a no poder expresar su sentimiento patriótico y religioso, porque hay bandas que campean su violencia extremista.

La violencia se ha usado como herramienta política para amedrentar al adversario, para agitar a sus bases…, lo reconoció el propio Zapatero ante Iñaki Gabilondo en una entrevista pública,… “nos conviene elevar la tensión…” y el periodista le dio la razón y le animó a ir por ese camino de la agresividad.



Un Presidente del Gobierno que en vez de calmar los ánimos es capaz de echar leña al juego del enfrentamiento político es un completo irresponsable.

España lo que necesita es calmar a su población y no exaltarla, porque esa exaltación al final ha tenido consecuencias muy trágicas a lo largo de nuestro devenir.

La Tesis:



Don Víctor M. Pérez Velasco ha analizado esta cuestión desde un punto de vista científico en su libro “Prendiendo la Mecha. Violencia política en la España actual” [2] .

Su estudio concluye que una Nación como la Española con semejante violencia política interna está incapacitada para poder avanzar en el futuro.

Ha analizado la violencia política en todos sus grados, desde la más suave (el insulto) a la más grave (la agresión física) y ha tabulado las agresiones padecidas durante el periodo de 2007/2011, tomando como referencia las que tuvieron su eco en los medios de comunicación (las menos), e incluso ha llegado a efectuar una estimación de las agresiones reales sufridas al año (MIL).

Estamos ante una pandemia violenta que se ha cronificado en nuestra Sociedad; se ha naturalizado como algo normal y ni siquiera se habla de ello.

Fíjense que como bien señala el autor ni siquiera hay estadísticas policiales sobre este grave asunto.

Esta violencia política ha sido especialmente intensa en nuestros territorios calientes, como Vascongadas y Cataluña, pero ahora se está desperdigando como al resto de la Nación.

Entre las causas de dicha violencia, nos aporta:

El excesivo adoctrinamiento que sufrimos en forma de odio visceral a todo lo que representa España y nuestra Tradición Católica, y los exitosos réditos políticos que genera.
El silencio que aplican los medios de comunicación a este asunto, especialmente los de carácter izquierdista.
La inoperancia de la Justicia española, en especial la Fiscalía, con lo que por mucho que se esfuerce la Policía, a los violentos les sale barato su comportamiento agresivo.
Nos habla incluso de España como “construcción social de la agresión”.

Existen casi cuatrocientos crímenes de ETA, la mayoría de ellos de militares y de policías, sin esclarecer su autoría y pareciese que el Estado ha renunciado a encontrar a los culpables, cuando tenemos la certeza que algunos de esos pistoleros están hoy ocupando cargos representativos en instituciones vascas.

¿Cómo llego yo a interesarme por este asunto?:

 Pues como todo en la vida, cuando te llega de forma directa y personal.

Anteriormente tenía testimonios de amigos y conocidos sobre agresiones, como la de un Policía Municipal que siendo joven le tiraron a las vías del metro por llevar una pulsera con la bandera española, o la de un Teniente que en el Centro de Madrid casi le matan por llevar en las zapatillas la bandera española, o la agresión que sufrió “El Rincón de la Legión” un doce de Octubre, sólo porque celebraban la Fiesta Nacional.

En todos los casos el “modus operandi” fue el mismo; la agresión la realizan un grupo numeroso, en forma de estampida, con la cara encapuchada, con objetos contundentes.



La cobardía es la nota dominante, se esconden en la masa anónima para atacar, buscando siempre el hacer el mayor daño posible. Da igual que haya ancianos e incluso niños y carritos de bebés; es una violencia que carece de cualquier tipo de contención. Es una violencia desaforada.

Hace un año fui a dar una Conferencia de Economía a una Asociación de Salamanca y viví uno de estos episodios en primera persona.

Después de comer en la plaza mayor de dicha ciudad y al dirigirnos andando al lugar de celebración de dicha conferencia, sufrimos el ataque de unos cuarenta encapuchados, que gritando como exaltados y tirando adoquines, querían lincharnos [3].

Proveídos de maderos, estacas y barras de hierro se aproximaron hacia nosotros, apenas seis personas, y cuando el linchamiento era inminente, providencialmente hicieron acto de presencia varias dotaciones de policía que detuvieron a los agresores.

Investigué al instigador de aquella turba y era un tal Guillem Porres Canals (condenado por los hechos), que trabajaba como animador de niños en el Ayuntamiento de Santa Marta de Tormes [4].

Además así tienen acceso a colectivos de menores en situación de especial vulnerabilidad, que es donde pescan a los activistas “antifas”.

Hablé con el Alcalde de dicho Municipio (del PP) y le informé personalmente de lo sucedido. No tomó ninguna medida contra el violento el cual siguió en su puesto hasta que recayó la sentencia condenatoria por lo sucedido.

Actualmente dicho sujeto, ya desenmascarado, colabora como “formador” de jóvenes con la Generalidad Catalana.

Estamos por tanto ante una especie de “meta-estructura social” que garantiza la violencia política en España.

Otro enfoque importante de este asunto fue el tratamiento informativo que se le dio; al principio, se planteó como una pelea entre grupos políticos antagonistas (el modo habitual de abordar este tema por la prensa escorada a la izquierda) y tuve que llamar a varios medios para dar mi versión de los hechos, versión que ha sido ratificada en sentencia penal, y así conseguí que algunos de ellos ajustaran su versión a lo que realmente sucedió.



Otro frente que se abrió fue el judicial; no fue nada fácil conseguir una condena.

Incomprensiblemente el Juez derivó este asunto del delito a la simple falta. Aun así fue algo heroico arrancar una condena a la Justicia para los responsables, pues disfrutan de los típicos abogados “progres”, pero al final se fueron con sus condenas por faltas de daños y coacciones.

Lo sorprendente es que en Salamanca haya esta violencia “antifas”, pero es así; en todo caso, el incidente y el posterior tratamiento judicial y mediático ha servido para ser en parte evidenciada y neutralizada; y descabezada con la vuelta de Porres Canals a la sombra de la Generalidad, Salamanca respira un poco más tranquila de aquella jornada de tintes dramáticos y criminales.

Propuesta de medidas para neutralizar la violencia política en España:

Don Víctor M. Pérez Velasco aporta algunas con las que estoy completamente de acuerdo, y otras son de mi propia cosecha:

Cese inmediato del adoctrinamiento y la incitación al odio entre nuestra Población contra el Catolicismo y España en Colegios, Universidades y Medios de Comunicación.
Posicionamiento claro de los grandes Medios de Comunicación en la información veraz y denuncia de esta gravísima violencia.
Compromiso de la Justicia, en especial de la Fiscalía, en la persecución de estos delitos, y añado que se cree en España una Fiscalía contra la Violencia Política Selectiva.
Elaboración de estadísticas policiales que analicen convenientemente esta violencia política selectiva.
Un Observatorio de la violencia política selectiva que padecemos en España.
Una Cátedra en cada Facultad de Ciencias Políticas que aborde este asunto de la forma conveniente.
Una “Mesa de la Verdad” que permita esclarece aquellos delitos de la violencia política selectiva que permanecen impunes y en particular los 400 asesinatos de ETA sin conocerse su autoría.
Desmantelamiento de la meta-estructura de la violencia política selectiva en España.



Acabar con esta violencia política selectiva es cuestión de supervivencia para España.

Escrito por Guillermo Rocafort, extraído del blog de General Davila: https://generaldavila.wordpress.com/2016/05/16/el-gran-problema-interno-de-espana-la-violencia-politica-selectiva-autor-guillermo-rocafort/

[1] En Francia se está promoviendo políticamente la disolución de estas milicias “antifas”, consciente de la gravedad de sus comportamientos.

[2] Editorial Sepha. Octubre 2012

[3] Léase el relato de lo sucedido en la prensa local en el enlace:

http://www.salamanca24horas.com/sucesos/20-04-2015-si-no-llega-ser-por-la-policia-nos-matan

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.